Barrio El Silencio: "Paradigma de la transformación"

El barrio “El Silencio” ha sufrido en los últimos años uno de los procesos de transformación más importantes de la ciudad. Trascendió en las noticias a nivel nacional con la crisis del 2001. Por aquellos años el barrio creció, como crecía la pobreza y la marginación en Concordia y en todo el país. Desde el 2003 a la fecha, el barrio está viviendo un cambio transformador. Un Centro Integrador Comunitario, una escuela, un plan de vivienda en marcha, obras de cordón cuneta, cloacas, agua potable y alumbrado, le restituyeron la esperanza al barrio y lo convirtieron en un paradigma de la transformación y la inclusión.

De las precarias casas de chapas de cartón a viviendas de material, con luz eléctrica, servicio de agua potable, cordón cuneta. Estos cambios sustanciales que mejoraron la calidad de vida de los vecinos se realizaron en los últimos diez años. "Falta mucho por hacer en el barrio El Silencio, pero desde aquel 2001 de miseria a hoy, las mejoras han sido notables. Y se continúa brindando atención y asistencia a las familias que aquí viven, trayendo más servicios y también están proyectadas distintas obras, algunas que venían de la gestión municipal anterior, es continuidad de las importantes mejoras que se hicieron, y otras obras que fueron decididas por el intendente Enrique Cresto", comenta el Secretario de Desarrollo Humano, Salud y Ambiente del municipio, Guillermo Echenause. "Este barrio es emblemático, la transformación que tuvo en los últimos años es para valorar, y estamos trabajando junto a la comisión vecinal y las distintas secretarías de la Municipalidad para continuar brindando mejores condiciones para los vecinos", agregó.

El subsecretario de Salud del municipio, Alejandro Ferrando, detalla que en el Centro Integrador Comunitario (CIC), inaugurado en el 2011, funciona una guardia de enfermería, y hay consultorios de clínica médica, pediatría, psicología, psiquiatría, ginecología y obstetricia, y odontología. "Además hay agentes sanitarios que trabajan en el barrio junto con los vecinos. Como en otros barrios, se realiza un abordaje integral", señala Ferrando. El CIC atiende de lunes a viernes de 7 a 18 hs, y los sábados cuenta con guardia de enfermería.

El barrio cuenta con una escuela, "Nuestra Señora del Silencio", en la que los niños del barrio y de barrios aledaños cursan los estudios de nivel inicial. A su vez, aledaño a El Silencio se encuentra El Refugio, donde funciona la Guardería Materno Infantil, que posibilita a los padres el poder trabajar mientras sus hijos pequeños son atendidos por especialistas que les realizan controles sanitarios, además de brindarles alimentación y la enseñanza básica para el posterior ingreso al ciclo lectivo.

Luján Zárate, coordinadora del CIC, cuenta que además de brindar la atención médica, se realizan "Talleres de Cambios de Hábitos, entre otros talleres que realizamos, para que los vecinos puedan tener más herramientas y conocimientos para tener una mejor calidad de vida. También les realizamos los trámites para que accedan a los beneficios sociales, hoy todos los vecinos cuentan con sus beneficios, ya sean jubilaciones o pensiones. Y de alguna forma funcionamos como una Municipalidad, porque la gente viene al CIC a realizar preguntas, de cuándo cobra, o cómo se hace un trámite u otra cosa. Y todo ese trabajo también lo realizamos, porque con los vecinos del barrio El Silencio somos una gran familia, estamos siempre pendientes de lo que necesita uno u otro vecino", comentó Zárate.

En la gestión anterior se inició un ambicioso plan de viviendas, que permitió a los vecinos del barrio dejar atrás sus casillas de madera y chapas de cartón, por viviendas de materiales junto a los distintos servicios que esto implicó. En septiembre del año pasado, el entonces intendente hoy gobernador Gustavo Bordet realizó encabezó la entrega de la segunda etapa de las viviendas. La actual gestión avanza en la tercera etapa de construcción de los hogares.